¿Cómo elijo el mejor carrito para mi bebé? Descubre 4 consejos prácticos.

Ha llegado el momento, tu bebé está a punto de llegar y necesitarás una silla para presumir de él allá donde vayas. Puede que seas tú quien se vaya a encargar de comprarla o puede que alguien que te quiere mucho se haya ofrecido a hacerte ese regalazo. Sea como sea, debes tener claro que tendrá que ser el carrito perfecto y no sólo para él, también para ti. 

Porque queremos ponértelo fácil hemos recogido algunos aspectos fundamentales en los que debes fijarte a la hora de elegir el mejor carrito para tu bebé:

- Un carrito se compone de distintas piezas

Para que no te pierdas en el resto del artículo, empezaremos por distinguir cuáles son las partes de un carrito y que opciones podemos encontrarnos.

1. CHASIS: es la estructura sobre la que se sostienen el resto de elementos y podemos encontrar distintos tipos de plegado que conocerás cuando acudas a la tienda. Aquí elige el que te resulte más cómodo, pero lo que no debes obviar es el peso y tamaño del chasis. 

También pueden ayudarte en tu decisión la forma del manillar (de empuñadura o de barra); el tipo de ruedas, que deberán ser lo más suaves posible; y la efectividad de los frenos.  

2. CAPAZO: es ese habitáculo que tiene forma de cuna, donde transportarás a tu bebé durante los primeros seis meses. Por eso, debe ser cómodo y perfectamente pensado para proteger a tu pequeño, sobre todo si os enfrentáis a meses de bajas temperaturas. 

3. SILLITA: es lo que más utilizarás, así que préstale atención a todas las comodidades que pueda ofreceros: si puede ponerse en distintas direcciones, cuánto protege la capota, si se reclina fácilmente…

Si la sillita se reclina totalmente en horizontal, quizás te compense hacerte con un capazo blando y ahorrarte una pieza del carrito. También hay papás que prefieren comprar una sillita de paseo más adelante, por el poco espacio que ocupan y la facilidad para plegarlas. 

4. GRUPO CERO: aquí será donde viajará el bebé cuando os desplacéis en coche. Sólo debes usarlo en este caso, pero no dejes de pensar en la comodidad de tu bebé y el espacio que pueda ocupar en tu coche.

- Piensa en el tipo de vida que llevas

Si en tu día a día te mueves por ciudad, puede servirte un carrito con un chasis sencillo, pero sobre todo debes tener en cuenta la facilidad para plegarlo si vas a utilizar mucho el transporte público. No en todos ellos permiten acceder con el carro entero. 

Si el suelo por el que te mueves no está asfaltado o es un terreno con impedimentos, procura hacerte con un carrito que tenga buena amortiguación y unas ruedas gruesas y resistentes. Esto también te vendrá bien si sueles hacer escapadas de fin de semana y no sabes a qué caminos te enfrentas. 

En este caso de papás viajeros es conveniente tener en cuenta las posibilidades que ofrece a la hora de desmontarse, pues tendrás que transportarlo y no será fácil hacerlo si es una pieza entera. 

Y, por supuesto, puede ayudarte en tu decisión el espacio del que dispongas en casa y también las opciones de almacenaje en caso de que tengas que moverte con mochilas o bolsas pesadas. 

- Hay algunos accesorios que te vendrán bien

Para completar el carrito de tu bebé debemos contar con algunos complementos. Algunos de ellos, como la cesta portaobjetos o el plástico para proteger de la lluvia, suelen venir incluidos. De todas formas, para transportar bolsas u otros objetos también pueden servirte unos ganchos en el manillar.

Si es que el carro no tiene ya una mosquitera, conviene que te hagas con una o con un repelente de mosquitos ultrasónico, tu pequeño lo agradecerá en los meses más calurosos, sobre todo si os movéis por zonas rurales o ajardinadas.

Además, te vendrá bien un saco con interior guateado para el invierno y una colchoneta de tejido transpirable para el verano. 

Ya tienes algunos conocimientos básicos para elegir el mejor carrito para tu bebé. ¡Es hora de preparar su bienvenida!

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